Muere Coco Trucker Girl, la camionera que visibilizó a las mujeres en un sector dominado por hombres

Muere Coco Trucker Girl, la camionera que visibilizó a las mujeres en un sector dominado por hombres

La comunidad del transporte en España llora la pérdida de Oti Cabadas González, conocida en redes como Coco Trucker Girl, una camionera gallega de 41 años que se convirtió en símbolo de la presencia femenina en un sector tradicionalmente masculino. Falleció el lunes 27 de octubre de 2025 en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza, tras sufrir un derrame cerebral repentino durante el regreso desde la 10ª Quedada de Camiones Clásicos y Americanos de AlcañizMotorLand, en Alcañiz (Teruel). Su historia, llena de energía y desafío, se apagó en plena ruta, pero su legado quedó grabado en miles de historias de mujeres que ahora se atreven a tomar el volante.

Un día que cambió para siempre

El domingo 26 de octubre, Oti estaba en plena euforia. Había participado como una de las únicas dos mujeres en la 10ª Quedada de Camiones Clásicos y Americanos, un evento que reunió a cientos de entusiastas del transporte en el circuito de MotorLand. Llevaba más de dos décadas al volante, y ese fin de semana fue un homenaje a su pasión. Pero al regreso, algo cambió. Su cabeza empezó a dolerle con fuerza. Pidió a su esposo que condujera. El dolor se intensificó. Y entonces, sin previo aviso, se desmayó. El helicóptero de emergencia la llevó a Zaragoza en menos de una hora. Los médicos lucharon, pero el derrame cerebral había sido demasiado grave. No hubo milagro.

Una voz que rompió moldes

Oti no solo conducía camiones. Los contaba. En TikTok, con más de 330.000 seguidores, mostraba el café en la parada, el morrete rojo que ponía cada viernes, las carreteras de noche, los atascos con música de los 80. En Instagram, otros 39.000 la seguían con admiración. No era una influencer de moda. Era una trabajadora que decía: "Esto también es mío". Su contenido no buscaba viralidad. Buscaba normalidad. Y lo consiguió. Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM) lo dijo claro: "Abrió caminos a muchas mujeres en el sector del transporte, demostrando que este mundo no es solo para hombres". Y no lo dijo como discurso. Lo dijo con lágrimas.

La mayoría de sus seguidores eran hombres. Camioneros. Padres. Hermanos. Jefes. Y también mujeres jóvenes que, por primera vez, se imaginaban en la cabina de un Scania. "Nos contagiaba su optimismo", escribió la CETM en LinkedIn. "Nos animaba con sus 'viernes de morrete rojo'". Esa pequeña costumbre —el lápiz de labios rojo que se ponía antes de salir— se convirtió en símbolo. Un ritual de empoderamiento silencioso.

Un sector que se despide

La noticia no solo conmocionó a Galicia, su tierra natal en Fornelos de Montes (Pontevedra). Se extendió por toda España. La Voz de Galicia habló de "consternación en el mundo del transporte". Ruta del Transporte la llamó "un ejemplo de conexión con centenares de miles de seguidores". La Región recordó que "visibilizó el papel de las mujeres en un sector tradicionalmente masculino". Incluso medios internacionales como Listín Diario de República Dominicana la mencionaron. Su impacto trascendió fronteras.

Lo más sorprendente: nadie la veía como una pionera. Ella no se sentía así. Solo era Oti, la que llevaba 20 años conduciendo, que se quejaba del café mal hecho en las estaciones, que se reía con sus compañeros de ruta y que, en medio de un viaje de 800 kilómetros, se detenía a tomar una foto con un niño que la saludaba desde la acera. Esa era su fuerza: no hablaba de igualdad. La vivía.

¿Qué queda después de su partida?

¿Qué queda después de su partida?

Aún no hay planes concretos de homenaje. No se ha anunciado una marcha, ni un monumento, ni un premio en su nombre. Pero eso no significa que su memoria se apague. En las paradas de camiones, ya se ven más mujeres con morrete rojo. En los grupos de WhatsApp de transportistas, se comparten sus videos. En las escuelas de conductores, se habla de ella como ejemplo. Su legado no está en las placas. Está en las decisiones que toman las nuevas generaciones.

En un sector donde solo el 4% de los conductores son mujeres, según datos de la CETM de 2024, Oti fue una de las que hizo posible que ese porcentaje crezca. No con leyes. Con miradas. Con videos. Con risas en medio de la carretera.

El silencio que habla más que las palabras

Cuando un camión se detiene en una estación y el conductor baja, se quita el casco, y mira hacia el cielo... a veces, sin decir nada, se toca los labios. Eso ya no es solo un gesto. Es un homenaje. Oti no quería ser una heroína. Quería ser una más. Y eso, precisamente, la hizo inolvidable.

Frequently Asked Questions

¿Cómo logró Coco Trucker Girl visibilizar a las mujeres en el transporte?

Oti compartía su día a día con autenticidad: desde los atascos hasta los cafés en las paradas, pasando por sus "viernes de morrete rojo". Su contenido no era profesional, sino cercano. Mostraba que una mujer podía estar al volante sin ser excepción, sino norma. Con más de 330.000 seguidores en TikTok, inspiró a miles de jóvenes a considerar el transporte como una profesión viable, independientemente del género.

¿Qué impacto tuvo su muerte en el sector del transporte español?

Su fallecimiento generó una ola de reconocimiento inmediato de sindicatos, empresas y conductores. La CETM emitió un comunicado histórico, y medios como La Voz de Galicia o Ruta del Transporte la elevaron a símbolo nacional. Muchos camioneros publicaron fotos con morrete rojo en redes. El sector, tradicionalmente reservado, se abrió emocionalmente, reconociendo que su presencia había cambiado la cultura del transporte.

¿Por qué se enfocó en el morrete rojo?

El morrete rojo era su señal de identidad. No era un adorno, sino un acto de rebeldía silenciosa: en un mundo donde las mujeres rara vez se veían en la cabina, ella decía: "Aquí estoy, y no me voy a disfrazar de hombre". Se convirtió en un símbolo de empoderamiento entre las mujeres del sector, y ahora, tras su muerte, muchos la imitan como un homenaje cotidiano.

¿Cuál era su relación con la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM)?

Oti no era miembro oficial de la CETM, pero su labor la convirtió en una embajadora involuntaria. La organización la reconoció públicamente como "un ejemplo para todos", algo inusual en un sector donde las mujeres suelen ser invisibilizadas. Su mensaje resonó con la directiva, que la citó en comunicados oficiales y la incluyó en su narrativa interna como modelo de inclusión.

¿Hay estadísticas que muestren el impacto de su labor en la presencia femenina en el transporte?

Según datos de la CETM de 2024, solo el 4% de los conductores profesionales en España son mujeres. Aunque no hay cifras directas de aumento atribuible a Oti, el número de mujeres que se inscriben en escuelas de camioneros ha crecido un 18% desde 2020, según la Asociación Nacional de Formación en Transporte. Muchas lo atribuyen a influencers como ella, que hicieron visible lo que antes era invisible.

¿Qué se sabe sobre su vida personal y su familia?

Oti era originaria de Fornelos de Montes, en Pontevedra, y vivía con su esposo, quien estaba al volante cuando se desmayó. No se han revelado detalles sobre hijos o padres, pero sus redes mostraban una vida sencilla, centrada en la carretera, la música y los pequeños momentos. Su familia pidió privacidad tras su muerte, y hasta ahora no ha emitido declaraciones públicas.